La belleza salvaje de Steve McQueen, su aspecto de chico malo, su sensualidad y su enorme carisma hicieron que, de ser un joven de pueblo rebelde y problemático, llegara a ser el actor de Hollywood más codiciado y mejor pagado de su generación. Apodado ‘El rey del Cool’, fue famoso por desafiar siempre a la autoridad y vivir como quería. DMAX ha decidido rendir homenaje a este carismático rostro hollywoodense con el documental ‘Yo soy Steve McQueen’, que se ofrece el domingo 25 de febrero a partir de las 22,00 horas, en el que se repasa la vida de este emblemático actor, que destacaba por su particular forma de ver la vida, tratando de disfrutar al máximo cada minuto.
Gracias a ‘Yo soy Steve McQueen’, dirigido en 2014 por Jeff Renfroe, podremos comprobar cómo sus inicios marcaron el resto de su vida y le dieron ese aspecto rudo pero a la vez sensible y cercano que le hizo sobresalir por encima de los demás actores de su generación. Steve McQueen se crió con sus tíos, pues fue abandonado por su padre antes de nacer y su madre se fue a vivir a Los Ángeles. A los 12 años ya era un chico problemático y fue enviado a vivir con su madre para terminar en un reformatorio del que se escapó para alistarse en los Marines.
En este documental descubriremos cómo un programa gubernamental de ayuda a militares para reincorporarse a la sociedad civil llevó a Steve McQueen a estudiar en el famoso Actor’s Studio neoyorquino. A partir de ahí se dedicaría por completo a su profesión de actor, realizando distintos papeles, hasta que en 1963 la película “La Gran Evasión” lo consagró como estrella de Hollywood. Nominado a los premios Oscar en 1966 por “El Yang-tsé en llamas”, protagonizó una de las consideradas mejores películas de catástrofes, “El coloso en llamas”, filme en el que compartía cartel con Paul Newman y William Holden, entre otras luminarias de la época.
Además, el documental mostrará también una de las grandes pasiones de Steve McQueen: la velocidad. El actor era una gran amante de las motos, los coches y las carreras, hasta tal punto que se negaba a usar especialistas en las escenas de riesgo de sus películas y siempre conducía él mismo los coches o motocicletas en las escenas de carreras y persecuciones. Sus más cercanos aseguran que tal era su pasión que incluso en algún momento llegó a considerar seriamente dejar el cine y convertirse en piloto de carreras.
Steve McQueen murió de cáncer de pulmón el 7 de noviembre de 1980, cuando contaba tan solo 50 años de edad, y algunos creen que su enfermedad pudo estar relacionada con la inhalación de un componente de los trajes de carreras de coches.
Combinando extensas entrevistas originales, incluyendo una desconocida entrevista con Steve McQueen, lo mejor de sus grandes películas e imágenes de archivo, el documental narra la extraordinaria carrera del actor, centrándose en la correlación entre la pantalla y sus experiencias en la vida real.
Domingo 25 a las 22.00h
