098_national_geographic_channel.jpgEn “Dentro de… la heroína de Afganistán”, documental que muestra en exclusiva cómo se ha revitalizado el consumo de esta droga y sus nuevos cauces de distribución

          

La heroína es una de las drogas más adictivas del mundo, el “colocón” definitivo. Y su rostro está cambiando. Ya no es la droga que consumen los marginados en los callejones. La heroína es ahora más pura, más fuerte y más barata que nunca. Es tan potente, que simplemente con una raya esnifada, se podría satisfacer al consumidor más exigente. Sin jeringuillas, sin inyectarse, no deja marcas. El mapa demográfico del consumo de heroína ha cambiado mucho en los últimos años, provocando un hecho enormemente preocupante: se está convirtiendo en tendencia.

National Geographic Channel ha filmado en exclusiva los nuevos cauces de distribución de esta droga letal y se ha acercado a consumidores, policías e incluso camellos, a los que ha filmado con cámara oculta en Estados Unidos. El resultado podrá verse en “Dentro de… La heroína de Afganistán”, documental que el canal de televisión estrenará el domingo 13 de enero, a las 21.00 horas.

El documental pone en alerta de una situación que empieza a ser preocupante en el mundo occidental y vincula este resurgir de la heroína como una de las consecuencias de la guerra contra los talibanes. “La heroína de Afganistán” forma parte de  la serie “Dentro de…” de la que hace poco se emitió el episodio sobre los entresijos de la exposición del tesoro de Tutankamon.

En los últimos años, el mercado de la heroína ha sufrido un boom. Se produce más heroína que nunca, y ningún país es tan responsable de este terrible hecho como Afganistán, que provee el 92% de la heroína que se consume en todo el mundo. En 2006, Afganistán produjo más de seis toneladas de opio (la planta de donde se extrae la heroína), una cantidad que excede ampliamente la demanda total de la misma. Dato estremecedor, ya que en el caso de las drogas ilegales, un repentino aumento de la oferta, puede hacer que aumente la demanda mediante la saturación de los mercados existentes.

Los consumidores acuden a la heroína atraídos por la promesa del colocón definitivo, pero en la mayoría de los casos lo único que consiguen es pagar por su adicción el máximo precio: su vida. Los consumidores ocasionales se pueden convertir rápidamente en auténticos yonkis, arrastrados por la necesidad física de consumo hartamente conocida de la heroína. 

A través de imágenes generadas por ordenador, “Dentro de…La heroína de Afganistán” mostrará gráficamente el camino que sigue la droga desde la sangre al cerebro y cómo afecta a la química del mismo, generando una adicción de la que muchos no pueden escapar. Según va aumentando la tolerancia, cada vez es necesaria más heroína para conseguir el efecto deseado. Y cuanto más tiempo pasa el cuerpo de un adicto sin consumir heroína, más horribles son los efectos del síndrome de abstinencia. A menudo, los adictos se pinchan varias veces al día, no para colocarse, sino simplemente para sentirse normal.

En Chicago conoceremos a una chica joven a la que llamaremos Joanna. Inteligente, atractiva, y de buena familia, Joanna no es el tipo de adicta que te imaginas. Pero es el retrato del nuevo consumidor: a los 16 años, era una auténtica yonki. Ahora tiene 25 y está limpia, es una de esas raras ocasionasen las  que se consigue volver del infierno. La terrorífica historia de Joanna nos muestra como la heroína se está infiltrando en los institutos y barrios  de Estados Unidos, tentando a los más jóvenes y conduciéndoles a una espiral de adicción.

El documental viaja a las calles del Condado de San Luis, donde el capitán de policía Tom Jackson está probando un nuevo  tipo de heroína extremadamente potente que él llama “Porcelana Blanca”. Grabado por una cámara oculta, veremos como se realiza una operación de incógnito para detener al “camello” que la está distribuyendo. No hay tiempo que perder: El Capitán Jackson sospecha que la nueva heroína superpura viene directamente de Afganistán, y teme que alcance a los consumidores más jóvenes que caen presos víctimas del encanto de la química.

La heroína afgana está haciendo sus incursiones por Norteamérica, pero también ha puesto un pie en Europa, donde nunca había sido tan barata y tan fácil de encontrar. En Oslo, Noruega, conoceremos a Joakim Gillebo, un chico joven que ha perdido todo por culpa de la heroína. Joakim es uno de los 15.000 adictos que se calcula que hay en Oslo, un número que se ha duplicado en los últimos diez años. En 2002, Noruega se convirtió tristemente en la “capital europea de la sobredosis”, lo que ha llevado al gobierno a adoptar un nuevo y controvertido plan: ofrecen una “habitación privada” donde los adictos puedan pincharse bajo la supervisión de médicos y enfermeras.

En las calles de Kabul (Afganistán), el documental sigue al coronel Mohammad Taher del cuerpo de narcóticos de la policía afgana, en su titánica pero aparentemente inútil lucha contra los narcotraficantes. El narcotráfico de drogas se ha convertido en un negocio multimillonario en este país empobrecido. Veremos cómo viaja la droga a través de rutas que introducen la heroína en países como Estados Unidos y Noruega.

Pero más chocante será todavía descubrir que la guerra librada años atrás contra los talibanes puede ser la responsable de este resurgimiento de la heroína. Con el derrocamiento del régimen y ante una economía inexistente, los granjeros afganos, desesperados, han visto reducida su posibilidad de salir adelante dedicando su trabajo al único cultivo disponible: las amapolas. Además, la insurgencia talibán se apresuró a copar este nuevo mercado, cambiando heroína por armas. Así que, irónicamente, la guerra contra los talibanes puede haber sido el elemento detonante que ha desestabilizado la guerra contra las drogas. 

 
El domingo 13 a las 21.00 y el domingo 20 a las 15.00 
 
Departamento de prensa de Fox international Channels 
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