La prisión de San Quintín, en San Francisco, es una de las más emblemáticas del mundo. Construida en 1852, sus más de 216 hectáreas se encuentran a escasos 20 kilómetros de la ciudad.
En ella se han encerrado a famosos delincuentes de la talla del satánico Charles Manson (fundador y líder de ?La Familia?, secta que asesinó a varias personas, entre ellas la mujer del director Roman Polanski, Sharon Tate, y a sus invitados en 1969) o Sirhan Sirhan, el asesino de Robert Kennedy.
Durante 30 días, un equipo de televisión obtuvo la autorización de filmar dentro de las instalaciones penitenciarias de San Quintín. El objetivo era mostrar sin censura una vida totalmente diferente a la que existe fuera de los gruesos muros y los alambres de espino. Violencia entre presos, lucha de bandas e incluso suicidios están a la orden del día.
Las medidas de seguridad son tan extremas que no se sirve carne dentro de las instalaciones en forma de filete o chuleta por si llevara algún hueso que pueda convertirse en arma. El poder de las bandas es tan brutal, que muchas veces, los jefes obligan a los reclusos a atacar a alguien como prueba de lealtad. Las víctimas, si sobreviven, no están dispuestas nunca a delatar al agresor. Saben que si lo hicieran, acabarían asesinados.
Durante el rodaje se produjeron varios ataques entre miembros de bandas rivales y en un momento determinado saltó lo que llaman ?Alarma 3?, situación de máximo peligro, con llegada masiva de policías mientras los reclusos se enzarzaban en peleas con armas punzantes. 42 presos sufrieron lesiones de gravedad. Lo que demuestra que a pesar de las medidas de seguridad, los reclusos saben cómo proveerse de armas.
Un documental que refleja con rigor la dura convivencia en la cárcel más violenta de Estados Unidos.
Estreno 21 abril a las 22:30
Departamento de prensa de Teuve