Un plan perfecto, un elenco espectacular y un director en estado de gracia para una película redonda.
Cuatro personas vestidas con monos de pintores entran en el banco Manhattan Trust. En cuestión de segundos, los cuatro falsos pintores controlan la sucursal, y toman como rehenes a cincuenta personas entre clientes y personal. Dos negociadores especializados en toma de rehenes pertenecientes a la policía de Nueva York, los detectives Keith Frazier (Denzel Washington) y Bill Mitchell (Chiwetel Ejiofor) reciben la orden de entablar negociaciones con el líder de los atracadores, Dalton Russell (Clive Owen). Pero el plan ha sido cuidadosamente diseñado para desorientar a los rehenes y a las autoridades. Las sospechas del detective Frazier de que todo esto esconde algo más se ven corroboradas cuando aparece Madeline White (Jodie Foster), una influyente mujer con objetivos nada claros, que pide ver personalmente a Dalton Russell. Con un elenco brillante a su disposición, Spike Lee ha realizado una película tensa, inteligente y enormemente entretenida. Aunque esta no es una de las cintas sociopolíticas a las que nos tiene acostumbrados, el director no pierde oportunidad para introducir mensajes y críticas sociales, que pueden ir desde el inherente racismo de la policía hasta la brutalidad de los videojuegos modernos. Sin embargo, no se sienten como lecciones moralizantes; lejos de ello, forman parte del humor de la película. Pues sobretodo esta es una cinta de entretenimiento en la que todo está perfectamente hilvanado para hacer disfrutar al telespectador.
Viernes 8, a las 22:00
N.P.
