El 9 de octubre de 1963, a las 22.39 horas, 250 millones de metros cúbicos de tierra se desprenden del monte Toc y se precipitan al embalse de la presa de Vajont. Una ola de más de cien metros de altura salta por encima de la presa y cae sobre Longarone, una población situada justo a los pies del dique que queda destruida. Casi dos mil personas mueren mientras dormían en cuestión de segundos. Durante años se pensó que se trataba de una gigantesca catástrofe natural, pero algunos periodistas demostraron que la causa fue otra: una serie de negligencias e irregularidades fruto de los intereses políticos y económicos. Esta presa construida en 1960, ?la más grande del mundo?, nunca debió haber sido levantada ya que el Toc es una montaña inestable, algo que sabían los habitantes del valle. De hecho, la palabra ?toc? significa ?pedazo? en el dialecto hablado en aquella zona. Pero más allá de los errores y las responsabilidades, de la especulación económica ocultada a cientos de inocentes, perduran las imágenes y el testimonio de los supervivientes.
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N.P.
