
El complejo Hongqiao tiene como objetivo transformar la anticuada infraestructura de Shanghai con un concepto revolucionario: aviones, trenes y automóviles llegarán a un terminal único común, un edificio gigantesco. Más de un millón de personas utilizarán diariamente este centro, por lo que los ingenieros deberán trabajar contrarreloj para completar el proyecto a tiempo. El ferrocarril más rápido del mundo entre las dos ciudades más concurridas de China pretende reducir el tiempo de viaje de diez a sólo cuatro horas. Hay mucho en juego: 220.000 personas utilizarán diariamente esta línea y cada minuto ahorrado en el trayecto supondrá millones para la economía china. Aunque se ha dado carta blanca a los diseñadores, éstos se enfrentarán a problemas muy complejos de construcción.
Martes 12 a las 22.15h
N.P.