
La Península Arábiga se separó de África y derivó lentamente al noreste. Durante millones de años, esta brecha se amplió para dar cabida al Mar Rojo. En el este de África, en la profundidad de la tierra, se fueron acumulando enormes masas de magma que finalmente, a través de la explosión de roca fundida, inundaron la zona con un auténtico mar de fuego. A partir de este apocalipsis, las mesetas y los volcanes, las cordilleras y los lagos del Gran Valle del Rift vieron la luz. Emergiendo desde el infierno, hoy tenemos allí algunos de los paisajes naturales más maravillosos del planeta.
Domingo 6 a las 22.30h
Domingos a las 22.30h
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