ngcDurante siglos hemos pensado que los dinosaurios que un día dominaron nuestro planeta eran primos de los reptiles. Sin embargo los nuevos avances científicos rompen con éstas ideas y nos revelan los íntimos lazos que unen a los dinosaurios y a las aves, e incluso dibujan sus colores a través de fósiles.
Avances como el descubrimiento de un dinosaurio con plumas en China (y después de éste, el descubrimiento de cientos de ellos) o el desarrollo de un nuevo método revolucionario para descubrir el color original del animal partiendo de plumas fosilizadas, están permitiendo a la ciencia mostrarnos cómo eran los dinosaurios en realidad, cómo se comportaban, y para qué servían sus plumas. Unas novedades que nos presenta el documental ?Reconstruir un dinosaurio?, que se estrena el próximo domingo 6 de febrero a las 21.30 horas en National Geographic Channel.

Este dinosaurio con alas fue encontrado en China por un granjero en 1996. Un raro descubrimiento que fue posible gracias a una explosión volcánica que enterró a la criatura en cenizas antes de que pudiera descomponerse. De este modo se creó un fósil que se ha convertido en el eslabón perdido entre dinosaurios y pájaros. Sin embargo, este descubrimiento dio lugar a nuevas preguntas sobre cómo usaban las alas los dinosaurios, y cómo y porqué evolucionaron. Para inspirarse, los científicos observaron a aves de nuestro tiempo y comenzaron a examinar meticulosamente los fósiles de dinosaurios con alas que estaban en terreno chino.

Encontraron emocionantes pruebas que demostraban que las plumas habían surgido, de un cambio fisiológico más grande que se produjo en los dinosaurios de sangre fría, para proporcionarles calor. También descubrieron pruebas que verificaban el uso de las plumas como camuflaje y ornamento. Desafortunadamente, la mayor parte de estos usos dependen del color, y los científicos no tenían forma de extraer el color original de fósiles de dinosaurio de hace un millón de años.

Esto fue así hasta 2006, cuando Jakob Vinther, un estudiante graduado de Universidad de Yale, hizo un sorprendente descubrimiento. Vinther se dio cuenta de que los melanomas, que retienen el pigmento en las plumas, podían haber sobrevivido al proceso de fosilización. Así que, si podía conseguir muestras de las plumas fosilizadas de dinosaurio, podía reconstruir los colores. Un viaje a China y algunas negociaciones consiguieron que Vinther y su equipo pudieran tener las muestras que necesitaban de un dinosaurio con plumas, carnívoro y del tamaño de un pollo, llamado Anchiornis. Después de semanas de tedioso trabajo en el laboratorio y de reclutar al renombrado especialista en aves, Michael DiGiogio, estaban listos para recrear del color del plumaje, que se completaba con un cuerpo gris, brazos moteados de color negro y blanco, piernas y cola con plumas, y una preciosa cresta roja.

La colorida cresta era un claro indicativo de que el Anchiornis la utilizaba tanto para intimidar a sus competidores, como para cortejar. Pero el ornitólogo Rick Prum estaba más intrigado por los brazos moteados, y la cola y las piernas con plumas que le recordaban al pollo moderno de Hamburgo.  El análisis de otras muestras hizo creer a Prum que incluso era posible saber el sexo de las criaturas a través de ciertas marcas en los fósiles.

En definitiva, la coloración del Anchiornis ha abierto un mundo de posibilidades para revivir el color de otros dinosaurios y la riqueza de esta nueva información acerca de los dinosaurios con alas, ha roto la percepción que teníamos de algunos de los dinosaurios más conocidos y emblemáticos, estando en lo más alto de la lista el T-Rex.
Domingo 6 a las 21.30h

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