Desde su jubilación de una de las compa??as más importantes del mundo, Mister Audouze ha cumplido uno de sus sue?os: compartir con una serie de privilegiados clientes su magnífica colección de vinos y su pasión por la gastronomía.
Sólo hay que disponer de unos 6.000 euros para disfrutar de una cena única en un hotel de tres estrellas Michelín en el corazón de París. Si los platos son excepcionales, la calidad de los vinos la supera con creces: A?adas de las que sólo quedan en el mundo unas pocas botellas y grandes etiquetas fechadas a principios del siglo XX. Las cenas más caras del mundo se realizan una vez al mes, excepto en verano. Nosotros asistiremos a la celebrada el 6 de octubre en el Restaurante Ladoyen junto a Los Campos Elíseos.
Lunes 5 a las 22.30h