El atún gigante es el pez más poderoso de los océanos. Capaz de alcanzar los mil kilogramos de peso y con sangre caliente, viaja por el Atlántico en grupos de cientos de individuos.
Hace más de diez mil años, los Neandertales aprendieron a aprovechar la carne de los atunes gracias a su asociación con las orcas en estas costas. El atún rojo construyó imperios y los echó abajo, porque su carne salada en ánforas de barro era la única proteína capaz de alimentar a las legiones y los ejércitos romanos y griegos. Pero el Gran Rojo tiene un talón de Aquiles, para reproducirse cada año tiene que entrar en dos lugares del mar en los que es vulnerable. Uno es el Golfo de México y el otro el mar Mediterráneo; en el primero un derrame de petróleo ha comprometido su futuro gravemente. En el segundo, cuando entran por el estrecho de Gibraltar para reproducirse, los atunes van henchidos de carne grasa y no comen, por tanto no pueden ser pescados a base de carnada, solo el ingenio ancestral del hombre mediterráneo es capaz de capturarlo.
Domingo 25 a las 22:30h