
En sus fantasías y obsesiones, Ana habla con su madre, que a veces toma cuerpo y presencia. La niña cree tener un dominio sobre la vida y la muerte de los habitantes de la casa gracias a un veneno que, en realidad, no es otra cosa que un polvo blanquecino e inofensivo.
Primer largometraje dirigido y escrito en solitario por Carlos Saura, que ocupa el número diez de su filmografía y que constituyó uno de los éxitos de crítica y público más relevantes de la época.
Viernes 9 a las 21.30h