El lehendakari, Patxi López, ha presidido este viernes en Vitoria la firma de este protocolo, suscrito entre el Departamento de Industria, Euskaltel, France Telecom, Telefónica, Vodafone y Kutxabank.A través de este acuerdo, los firmantes se comprometen a promover la creación de un vehículo de inversión, probablemente una empresa, que se crearía en el último trimestre del año, para extender la infraestructura de fibra óptica, que permite multiplicar la velocidad de acceso a internet, hasta las poblaciones que, en principio, no estaban consideradas en los planes de negocio de los operadores a corto o medio plazo.
La inversión que se requeriría para efectuar este despliegue, según se ha informado desde el Departamento de Industria, ronda los cien millones de euros, de los que el Gobierno vasco aportaría un máximo de un veinte por ciento.
El lehendakari ha asegurado que, gracias a esta iniciativa, el País Vasco estará en condiciones de adelantar en tres años el despliegue de estas redes que permiten velocidades de acceso a internet de entre 30 y 100 megabits por segundo a núcleos urbanos de más de cien habitantes. 4G
Además, en determinadas zonas, como por ejemplo parques tecnológicos, se dispondrá de velocidades de hasta un gigabit por segundo. También permitirá una amplia cobertura 4G en el territorio.
A través de este acuerdo, se pretende que Euskadi se sitúe a la altura de los países de referencia en materia de banda ancha ultrarrápida. De esa forma, se espera extender la oferta de servicios de banda ancha ultrarrápida a la práctica totalidad de los municipios y reducir las barreras de entrada para la realización de inversiones en el despliegue de este tipo de redes.
El lehendakari ha expresado su satisfacción por esta muestra de colaboración público-privada entre el Gobierno vasco y empresas «que compiten entre sí» para obtener resultados que redundan en «el bien común» de los ciudadanos. Según ha explicado, se trata de un proyecto con un plazo «a dos o tres años».
Además, ha destacado que este tipo de medidas son necesarias porque «nadie puede salir solo de la crisis». «Por muy competitiva que sea una empresa, por muy solvente que parezca una institución, sin un entorno fuerte y un sistema que favorezca el crecimiento y el progreso colectivo, poco podremos hacer ante los gigantes que hay ahí fuera», ha asegurado.
europapress
