
Durante más de 20.000 años, la cueva de Chauvet permaneció totalmente aislada del mundo debido al derrumbamiento de una pared de roca en su entrada. Su interior, incrustado de cristales, tiene el tamaño de un campo de fútbol y está sembrado de restos petrificados de mamíferos gigantes de la Edad de Hielo. En 1994, los científicos descubrieron las cavernas y en ellas encontraron cientos de pinturas rupestres en perfecto estado, obras de arte espectaculares que tienen más de 30.000 años, casi dos veces más que cualquier descubrimiento de estas características. Estas obras se remontan a una era donde los neandertales aún vagaban por la tierra y los osos, mamuts y leones de la Edad de Hielo eran las poblaciones dominantes de Europa.
Desde entonces, sólo un pequeño grupo de personas había tenido acceso a la Cueva de Chauvet. Ahora, gracias a Herzog, todos podremos transportarnos en el tiempo: 32.000 años atrás.
Miércoles 26 a las 22.25h
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