
El amor de Fernanda Elizalde y Eduardo Juárez surgió cuando ambos eran solo unos niños, pero la diferencia de clases sociales les separó. Eduardo es hijo de Soledad, la cocinera de los Elizalde. A Eduardo lo enviaron a estudiar al extranjero y su madre decidió interceptar todas las cartas que su hijo le envía periódicamente a Fernanda.
Pasaron los años y Fernanda creció y se convirtió en una hermosa mujer. Desilusionada ante el silencio y la ausencia de Eduardo, se comprometió con Damián, un joven de su misma condición social. Ahora, Eduardo regresa sin previo aviso para despedirse de Soledad, moribunda. Antes de morir, ésta le cuenta por qué lo ha mantenido alejado: dentro de la Familia Elizalde vive una mujer malvada llamada Bárbara Greco cuyo fin es hacer daño y, que por ambición, no ha dudado a la hora de cometer los peores crímenes.
Soledad muere y Eduardo jura vengarse de Bárbara. Aparece ante la Familia Elizalde el día de la boda de Fernanda bajo la identidad de Franco Santoro. Todos piensan que se trata de un millonario dispuesto a asociarse en el Consorcio Lactos, empresa de los Elizalde.
Fernanda siente una inmediata atracción por Franco sin sospechar que en realidad es Eduardo, a quien cree muerto. Eduardo comienza entonces su plan de venganza.
N.P.