¿Calor? Rescata el abrigo del armario y pasa una tarde fresquita de domingo con las dos primeras películas de Las crónicas de Narnia. Transforma tu salón en un lugar de ensueño donde los animales hablan y las brujas campan a sus anchas. Un lugar en el que puedas ser niño para siempre y salvar a Reinos enteros con tu espada ¿te apuntas?
Las crónicas de Narnia forma parte de una larga lista de libros llevados al cine y dentro de ella, es una de las sagas favoritas de los más jóvenes. Casi todas estas adaptaciones se ambientan en mundos fantásticos que han hecho volar la imaginación de varias generaciones: La historia interminable, El mago de Oz, Peter Pan o Harry potter, son sólo algunos ejemplos. También podríamos encuadrar Las crónicas de Narnia en esa lista de películas sobre ?El elegido? o el héroe que no sabe que lo es? con la particularidad de que son cuatro hermanos los que están llamados a pasar a la historia. Otros héroes a su pesar son Frodo, Harry Potter, Luke Skywalker, Eragon, Neo o Superman ¡La lista es interminable!
El rodaje de las dos primeras partes de la saga estuvo lleno de anécdotas, muchas de ellas relacionadas con los jóvenes protagonistas, que prácticamente crecieron delante de las cámaras. Desde la fobia de Anna Popplewell (Susan) a los ratones, razón por la cual tuvieron que rodar varias escenas con una doble, pasando por los dientes de leche que se le cayeron a Georgie Henley (Lucy) y que dejaron un hueco en la boca que le tuvieron que llenar con un puente, o el tremendo estirón que dio el ?pequeño? Skandar Keynes (Edmund) durante los meses de rodaje y que provocó algún que otro problema con la continuidad. Precisamente para evitar imprevistos, la primera película se rodó casi completamente en orden cronológico, a excepción de la última escena en la que los niños vuelven a pasar por el armario y que se rodó al comienzo de la producción para asegurarse de que los niños conservaran su palidez inicial.
Domingo 7
16:00 Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario
18:15 Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian