Guerras, miseria, enfermedades, violencia, industrialización salvaje, caza furtiva, tráfico ilegal de especies y piedras preciosas… Si para un humano es difícil vivir en medio de una constante amenaza ¿cómo pueden sobrevivir los últimos ejemplares libres de una especie animal en peligro de extinción? Frank Cuesta regresa esta temporada a DMAX para mostrar la dura realidad de una especie en peligro de extinción, el gorila de tierras bajas, que trata de sobrevivir en el país más pobre e inseguro del mundo. ‘Wild Frank: Gorilas’, una nueva e impactante temporada de la veterana serie producida por Molinos de Papel en colaboración con DMAX, llega al canal el próximo domingo 29 de abril, a las 21.30 horas.
No es la primera vez que Frank visita el continente africano para descubrirnos su amplia y espectacular vida salvaje y las múltiples amenazas que la acechan. Pero nunca un objetivo se había vuelto tan difícil de superar delante y detrás de la cámara para el equipo de ‘Wild Frank’. Y es que, esta nueva aventura en DMAX no dejará a nadie indiferente, empezando por el propio herpetólogo. Él y su equipo han viajado por primera vez a la República Centroafricana, un país arrasado y sumido en la miseria y la guerra, para llegar hasta los últimos ejemplares en libertad de gorila de tierras bajas, una especie en peligro de extinción cuya supervivencia se ha convertido en todo un desafío. Este domingo llega al canal una nueva entrega de la serie compuesta por cuatro episodios de una hora y un capítulo especial rodado en un orfanato de gorilas, en el que tratan de recuperar a las crías de gorila de montaña que han sobrevivido a la matanza de sus familias.
Una temporada más, Frank se pone en marcha para hacer que los espectadores del canal puedan admirar la grandiosidad de la fauna de todo el planeta, se conciencien de la necesidad de proteger la biodiversidad de nuestros ecosistemas y se sumen a su cruzada proteccionista, con el respeto a los derechos de los animales como bandera. Con este ambicioso objetivo en mente, el equipo de ‘Wild Frank’ viaja al corazón de África, a un país que fue muy rico en recursos naturales y vida salvaje. Sin embargo, la realidad que se encuentran es muy distinta: la República Centroafricana (RCA) es un país arrasado por la codicia del hombre en el que la industria maderera, las explotaciones mineras y las extracciones de petróleo han sumido a este en el caos y la ruina.
A la llegada masiva de industrias controladas por potencias extranjeras, se suman las mafias controladas por grupos rebeldes que comercian de forma clandestina con oro y diamantes y los cazadores furtivos locales, que matan animales para traficar con ellos en el mercado negro. Y todo, con una cruenta guerra que dura ya casi cinco años como telón de fondo. Un conflicto violento entre el ejército y los grupos rebeldes que ha ido expulsando de sus tierras a la mayor parte de la población, que vive en la extrema pobreza. Según Naciones Unidas, la República Centroafricana (RCA) ocupa el número uno del ranking de países más pobres del mundo. Es también la última región del planeta según el índice de Desarrollo Humano, con una esperanza de vida que no supera los 50 años, una de cada tres mujeres es violada y el 70% de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza.
A pesar de la dura realidad que atraviesa actualmente, esta zona ubicada en el centro de África fue una de las más ricas y diversas del mundo en recursos naturales y vida salvaje. Es, de hecho, el hogar de los gorilas, el animal más parecido al ser humano, con quien compartimos el 98% de nuestro ADN, así como muchas otras semejanzas: simios y humanos tenemos reflejos, sentimos simpatía, nos reconocemos, creamos herramientas y somos capaces de solucionar problemas, etc. Y, sin embargo, el ser humano se ha convertido en el principal depredador de los gorilas, pero también de los de su propia especie. Y es que, en el centro de África, la mayor amenaza para los guardas que velan por la supervivencia de los gorilas y de muchas otras especies, es el ataque de los cazadores furtivos. Por ello, y ante este escenario apocalíptico para humanos y primates, nos preguntamos: ¿Es inevitable la desaparición de los gorilas de tierras bajas?
“NOS METEMOS EN CASA DE LOS GORILAS Y HAY QUE RESPETAR SUS REGLAS”
En la RCA habita el mayor asentamiento de gorilas de tierras bajas del mundo. Se estima que viven en libertad cerca de 2500 ejemplares de esta subespecie gravemente amenazada por la caza incontrolada, la deforestación y enfermedades que también afectan a los humanos como el virus del ébola, que se han convertido en las principales causas de la progresiva desaparición de especies autóctonas del continente africano en las últimas décadas.
El objetivo de Frank esta temporada es llegar hasta esta colonia de gorilas para observarlos de cerca y mostrar cómo son, cómo viven y cómo se comportan estos animales con los que tenemos más en común de lo que pensamos. Según explica Frank: “nos vamos a adentrar en la selva para encontrar a los gorilas de tierra llana, pero lo haremos respetando sus distancias y su vida. Nos vamos a meter en su casa y debemos respetar sus reglas”.
LOS FURTIVOS, LA MAYOR AMENAZA PARA HUMANOS Y ANIMALES
ONGs y tropas militares de todo el mundo trabajan en la zona para intentar lograr la paz. Entre estas, las tropas españolas destinadas en la RCA para desarrollar la Misión de Entrenamiento Militar de la Unión Europea, se encargan de recibir a Frank en la base de las Naciones Unidas en Bangui, la capital, para contarle la dura realidad que vive el país desde hace casi cinco años. “Esta antigua colonia francesa ha ido pasando de un tirano a otro. La gran desgracia de este país es su inmensa riqueza: diamantes, oro y todo tipo de metales, uranio, petróleo… Esa es la gran desgracia de la población porque todo eso atrae la codicia humana. Han sufrido un golpe de Estado tras otro, potencias extranjeras influyendo y todo tipo de tráficos. La gente de la calle, lo único que obtiene de esa riqueza es sufrimiento”, le explica a Frank el teniente Billón, jefe de la Sección de Inteligencia del ejército español destacado en la región para formar a los futuros integrantes del nuevo ejército de República Centroafricana.
Naciones Unidas y países como España mantienen a sus tropas en la RCA para reconstruir el país y lograr arrebatar el control del territorio a los grupos rebeldes que desde 2014 han sumido a la población en la violencia y la miseria. Hace apenas una semana, un trabajador de Naciones Unidas fue asesinado a solo unos kilómetros de la base, en el peligroso distrito PK5. En la base militar internacional de Bangui, los militares españoles advierten y aconsejan a Frank para evitar enfrentamientos con grupos rebeldes en su travesía hacia la selva de Dzanga Sangha, al sur del país, donde habitan los gorilas de tierras bajas. Pero, sobre todo, para protegerse de los furtivos y los traficantes de animales, que supondrán la mayor amenaza para la seguridad de Frank y el equipo del programa en este viaje.
UN BIÓLOGO ESPAÑOL, GUARDIÁN DE LA CASA DE LOS GORILAS
Frank quiere entrar en la casa de los gorilas, pero para poder llegar hasta ellos necesitará la ayuda de Luis Arranz, un biólogo español que lleva más de 30 años trabajando en parques nacionales en África y que actualmente dirige el área protegida de Dzangha Sangha, en la región del sur de la República Centroafricana, un oasis de 4500 km cuadrados de terreno virgen en el que viven en libertad especies como elefantes, antílopes, búfalos… y gorilas.
El biólogo español le cuenta a Frank que su misión allí es “salvar el parque”. Pero, ¿salvarlo de quién? “En los parques en los que he trabajado he perdido muchos guardas en enfrentamientos con furtivos”, asegura Arranz. Al contrario de lo que ocurría en Sudáfrica con los cazadores que pagaban grandes sumas de dinero por matar un animal, en la RCA los furtivos son gente local que mata a los animales, especialmente a los elefantes africanos, para vender sus colmillos en el mercado negro. “Da pena pensar que, por tener una figurita de marfil en casa que solo sirve para decorar, estén acabando con todo esto”, afirma Luis Arranz, que asegura que la parte más triste de su trabajo es tener que requisar armas, trampas para animales y toneladas de marfil que alcanza un valor millonario en el mercado internacional. En la selva, es habitual encontrar esqueletos de elefante que fueron asesinados por las mafias y, nada más comenzar su travesía, Frank se encontrará con una manada de elefantes del bosque cuya cabeza familiar le hará comprender por las malas que no es bienvenido en sus tierras.
Frank también será testigo de las ingeniosas técnicas de pesca de los pigmeos baka que habitan en los bosques de la RCA, y de los que apenas quedan 8.000 por culpa de la deforestación y la constante amenaza de los furtivos. Frank logra comunicarse de forma muy curiosa con esta familia de pigmeos que le invitan a compartir con ellos el fruto de su jornada de pesca. A medida que Frank se adentra en el bosque, aumenta la dificultad del camino y también la posibilidad de toparse con algún ejemplar de gorila de tierras bajas gracias a sus inconfundibles sonidos. Y es que, lo que más ayuda a Frank a localizar a estos animales es lo que ningún documental se ha atrevido a contar: “los gorilas se tiran pedos todo el rato. Son los campeones del mundo de aerofagia”. Las flatulencias de los gorilas, que llegan a durar hasta 8 segundos, son una seña inconfundible para que Frank, y también los furtivos, localicen al animal.
Cuando el equipo avista por fin una manada, deben permanecer alerta en todo momento para no despertar el instinto de protección del “espalda plateada”, el gorila macho y líder del grupo que se encarga de proteger al resto ante cualquier posible amenaza. En el hogar de los gorilas las reglas las marcan ellos y cualquier paso en falso puede significar la muerte. Conscientes de ello, Frank y su equipo vivirán momentos de gran tensión al encontrarse cara a cara con el macho alfa de la manada, que se acerca a solo unos metros de la cámara para marcar su territorio frente a los forasteros. Para Frank, se trata de observar y aprender cómo se comportan los gorilas cuando están en grupo: cómo actúa el “cabeza de familia”, qué papel juegan las hembras, quién cuida de las crías… como ocurre en las familias de humanos.
Durante varias semanas, el equipo de ‘Wild Frank’ convive con una familia de gorilas compuesta por el macho dominante de casi 40 años, dos hembras, un macho joven y dos crías de apenas 4 años de edad. En ellos, Frank reconoce mucho de nosotros mismos. La ternura de los niños jugando, el instinto protector de la madre, el rol del hermano mayor y la imponente presencia del padre son rasgos fundamentales que demuestran por qué compartimos el 98% de nuestro ADN con estos primates. ¿Hasta dónde podrá Frank acercarse a los gorilas? ¿Aceptarán la presencia de un ser humano? ¿Se puede aprender de los gorilas todo aquello que el ser humano dejó atrás? Queda mucho por aprender y hacer para continuar viendo a estos animales con vida en medio de este lugar tan caótico y amenazante. Pero esta estampa familiar en mitad de la selva también hace que Frank reflexione sobre una realidad más dura: “estoy en un país en donde los animales viven mejor que las personas”.
ESPECIAL ‘WILD FRANK: SOS GORILAS’
Tras su experiencia con los gorilas de tierras bajas en la República Centroafricana, Frank viaja a Virunga, el Parque Nacional más antiguo de África y territorio muy rico en diamantes y minerales preciosos en la República Democrática del Congo. En un episodio especial titulado ‘Wild Frank: SOS Gorilas’, el herpetólogo se propone conocer a los últimos gorilas de montaña y los héroes anónimos que se juegan la vida por protegerlos. El Parque de Virunga es actualmente el escenario de una auténtica batalla por defender la naturaleza y, concretamente, los gorilas de montaña, en grave peligro de extinción, de la codicia del ser humano, que no duda en atacar a las personas que cuidan a estos animales que ven amenazada su supervivencia.
Domingo 29 a las 21.30h