El programa analiza crímenes cometidos en un entorno familiar a partir de las declaraciones de las propias víctimas, sus allegados y otros testigos. En esta serie, además de mostrar las fuentes documentales del proceso judicial y recrear la escena del crimen, los familiares más cercanos a los asesinos tienen la ocasión de manifestar las huellas psicológicas que acarrean desde entonces.
El programa es un spin-off de Viviendo con un asesino. Este título, que se estrenó en DKISS en noviembre de 2017 y que cuenta con cinco temporadas, reunió en la última a 150.000 espectadores por capítulo.
El impacto de un asesinato permanece durante décadas y, para las personas que lo sufrieron de cerca, el alcance de los hechos es incalculable. Viviendo con un asesino: sombras mortales plasma el continuo sufrimiento de las víctimas, dándoles la oportunidad de expresar frente a la cámara cómo sus vidas se han visto perjudicadas tras los crímenes y contar desde su experiencia qué ocurrió exactamente en aquellos fatídicos días.
Uno de los casos gira en torno a una paciente de cáncer que, en el día de la madre, asesina a su pareja bajo los efectos de múltiples medicamentos. Su hijastro, Tony Gana, también resultó herido. Él, un agente de policía que participó en la detención de la culpable, y otras personas allegadas, ofrecen su testimonio para esclarecer los acontecimientos.
Tiempo después de lo ocurrido, Tony afirma que no es capaz de perdonar a su madrastra pese a saber que estuvo mentalmente condicionada por los fármacos. Por su parte, Evelyn, madre de la asesina, asegura que llora a diario y no puede creer que su hija cometiera un acto tan atroz.
Domingo 7 a las 22.00h