Pocas figuras han jugado un papel tan fundamental en la historia de las imágenes en movimiento como el revolucionario fotógrafo Eadweard Muybridge. Sus imágenes de caballos corriendo transformaron instantáneamente la cámara en una máquina con un potencial incomparable de percepción y persuasión, y marcaron el rumbo para el nacimiento del cine.
Muybridge era un hombre complicado cuya historia personal estaba llena de ambición, éxito, pérdida e incluso asesinato a sangre fría. Inspiró directamente a muchísimos artistas, desde Francis Bacon hasta David Hockney y también Gary Oldman, pieza clave de este documental cuya apasionada contribución es excepcional. Es conocida su fascinación con el personaje pues, desde hace unos años, uno de sus proyectos malditos es dirigir y protagonizar un biopic sobre la figura del fotógrafo.
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