
El despliegue de redes de fibra óptica en España sigue en el centro del debate en la industria de las telecos. El consejero delegado de Orange España, Jean-Marc Vignolles, reclamó ayer una regulación más favorable a estas infraestructuras. En el Encuentro de Telecomunicaciones organizado por Ametic y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el ejecutivo indicó que será necesario el establecimiento de acuerdos adecuados para compartir los verticales con Telefónica. Posteriormente precisó que ya existe un acuerdo técnico, si bien todavía «hay que establecer las condiciones económicas».
De igual forma, pidió que se ponga en marcha una oferta mayorista diferenciada para las operadoras que están dispuestas a invertir en redes frente a las que no lo vayan a hacer. «Será una manera de impulsar la competencia», dijo Vignolles, añadiendo que, de no ser así, se desincentivará la inversión.
El directivo dejó claro que la coinversión entre operadores es necesaria para el despliegue de infraestructuras. Vignolles insistió en la relevancia de las inversiones conjuntas en las redes de fibra óptica porque, de no ser así, se correrá el riesgo de volver al monopolio.
Durante su conferencia, Vignolles advirtió de que la portabilidad en 24 horas no está teniendo éxito. El responsable de Orange pidió no haya cruce de información entre operadores y que se elimine la opción que tienen los operadores para contraofertar. Es decir, que una vez que el cliente pida la portabilidad, se haga. Vignolles señaló que en mercados como Francia y Reino Unido ya hay un escenario de estas características, con un mercado más limpio que ha contribuido a reducir los costes de los operadores.
En relación a las subvenciones de móviles, el directivo defendió la existencia de esta figura como fórmula comercial, asegurando que todavía está muy demandada por los clientes. Orange decidió mantener esta política frente a la decisión de Telefónica y Vodafone de cancelarla. Vignolles, incluso, indicó que la desaparición de las subvenciones sería perjudicial para el sector. «La mayoría de clientes quiere acceder a terminales avanzados a precios atractivos», dijo Vignolles, añadiendo que la subvención a contribuido a democratizar los nuevos servicios y los nuevos dispositivos electrónicos.
El ejecutivo, no obstante, reconoció que a finales del año pasado las subvenciones habían alcanzado unas cotas insostenibles en relación a otros países y que era necesaria una corrección a la baja.