
Sus dientes, además de un arma poderosa, son unas preciadas herramientas que usan, por ejemplo, para arrastras sus cuerpos gigantes sobre el hielo o para buscar en el fondo del océano los caracoles, cangrejos y almejas que les sirvan de alimento. El único depredador, exceptuando al ser humano, es el oso polar y sobre todo para los ejemplares más jóvenes. A pesar de que la observación de estos mamíferos marinos es muy difícil debido a las condiciones extremas del clima ártico, el científico australiano Jason Roberts ha dedicado muchos años al estudio de las morsas; junto a él viajamos en una expedición para conseguir imágenes nunca vistas: el enfrentamiento bajo el hielo de estos pesos pesados con uno de los tiburones más raros, el tiburón de Groenlandia.
Jueves 29, 21:30h