naturaLas morsas son conocidas por sus característicos colmillos que sobresalen de la mandíbula superior y también por su peso: los machos pueden llegar a pesar hasta 1.500 kilos. Una gran parte de esta masa corporal es una gruesa capa de grasa bajo una piel correosa, una grasa necesaria para la supervivencia de estos animales que viven en las aguas heladas de los mares árticos.

Sus dientes, además de un arma poderosa, son unas preciadas herramientas que usan, por ejemplo, para arrastras sus cuerpos gigantes sobre el hielo o para buscar en el fondo del océano los caracoles, cangrejos y almejas que les sirvan de alimento. El único depredador, exceptuando al ser humano, es el oso polar y sobre todo para los ejemplares más jóvenes. A pesar de que la observación de estos mamíferos marinos es muy difícil debido a las condiciones extremas del clima ártico, el científico australiano Jason Roberts ha dedicado muchos años al estudio de las morsas; junto a él viajamos en una expedición para conseguir imágenes nunca vistas: el enfrentamiento bajo el hielo de estos pesos pesados con uno de los tiburones más raros, el tiburón de Groenlandia.
Jueves 29, 21:30h
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