

«La operación supone una práctica de concentración en el sector de las telecos que tendrá efectos negativos al reducir la competencia», indicó, antes de considerar que esta operación, junto a la compra de Ono por parte de Vodafone, «garantizará a las multinacionales la eliminación de mercados potentes que introducían competencia».
«Ambas operaciones suponen la vuelta al dominio casi absoluto del sector por parte del gran oligopolio, formado por Vodafone, Movistar o Orange», aseguró Sánchez. «Ahora mandan ellas. Las tarifas estaban cayendo y a partir de ahora se garantizarán frenar esta caída», advirtió.
Para Facua, la idea de que los operadores integrales puedan mejorar las tarifas al aunar productos que van desde el móvil a la televisión, pasando por el ADSL, es un «rollo macabeo». Lo «peligroso» es «eliminar» dos marcas como Ono y Jazztel que actúan como «factores de competencia», añadió.