El 12 de Enero de 2010, un terremoto acabó con la vida de 300.000 personas en Haití. Tras el desastre se presentó el escenario para una gran batalla que hay que ganar.
Los vencedores tendrán que decidir en qué se convertirá el país y el futuro de Haiti se construirá en buena parte a partir de las ruinas de la capital, Puerto Príncipe. Cuando se produjo el terremoto, miles de presos huyeron de la prisión estatal y están levantando sus bastiones en los barrios pobres de la capital. Incluyen el núcleo duro de los gánsteres más buscados y ex policías corruptos que sembraron el terror durante los años salvajes entre 2004 y 2007. Hace cinco años, el poder e influencia política de estos delincuentes convirtieron a Haití en la personificación de un estado fallido. Ahora quieren retroceder en el tiempo. Detrás de ellos vuelve a estar el hombre que los metió entre rejas. Fueron meses de fuego cruzado, registros casa por casa y muchos muertos. Se llama Mario Andresol, es el carismático jefe de policía de Haití y ha sobrevivido a numerosos intentos de asesinato. Ahora tiene volver a hacerlo. Pero esta vez la mayoría de sus hombres viven en tiendas de campaña, guardan duelo por familiares y amigos, y viven también con el temor de ser asesinados. Odisea te presenta la otra cara del desastre haitiano, esa que conocen perfectamente sus habitantes y que sigue siendo desconocida para el resto del mundo.
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