

Según la compañía, estas medidas laborales se han llevado a cabo respetando la prioridad de permanencia de trabajadores con jornada reducida por cuidado de menores o cabezas de familia y empleadas embarazadas y con bajas por maternidad, entre otras situaciones, con el fin de paliar y atenuar el perjuicio social de la supresión de dichos puestos de trabajo.
Por otra parte, 40 personas, casi la mitad de las 89 incluidas en el ERE, se han acogido voluntariamente a un Plan de Expectativa de Colocación propuesto por Telecinco, consistente en la posibilidad de ser contratados por la cadena y sus empresas participadas para cubrir vacantes o nuevas necesidades del negocio que puedan surgir durante los 18 meses posteriores a su baja, con la voluntad de alcanzar el mayor número de colocaciones posible.
Por último, los acuerdos sobre el ERE contemplan medidas para favorecer la colocación del personal afectado en empresas ajenas al Grupo Telecinco, pero de su entorno de actividad.