espanaUna banda ancha que llegue a los rincones ‘olvidados’ de España y mayor independencia de Telefónica de las operadoras alternativas para diseñar su oferta. Esa es, al menos, la teoría de la nueva regulación del negocio de acceso a internet recién aprobada por la CMT.

Si usted vive en el centro de Madrid, Barcelona o Bilbao puede dejar de leer. Si quiere contratar banda ancha, es muy posible que cinco o seis operadores se peleen para darle la oferta más barata con los mayores megas de velocidad. Incluso es posible que pueda elegir tecnología, ADSL, cable o fibra óptica. Todo un lujo.

Pero también debe usted saber que vive en una isla. Que pertenece a un selecto club de privilegiados. Los usuarios que tienen cobertura de más de cuatro operadoras y en más de una tecnología son minoría en España. Si solo se computa el ADSL, el porcentaje crece. En estos momentos, entre un 65% y un 70% de las líneas telefónicas puede disfrutar de Telefónica y de las ofertas de acceso directo de algún operador alternativo de ADSL, como Jazztel, Vodafone y Orange, esas que permiten navegar a supervelocidad y que están muy ajustadas en precio.

Y luego están los clientes que viven en el 30% restante de las líneas, un porcentaje mucho mayor si se tiene en cuenta el territorio. Son rehenes de Telefónica, la única operadora que tiene cobertura nacional, y del acceso indirecto de Jazztel, Vodafone y Orange. En este caso, acceso indirecto es sinónimo de ofertas más caras y con menos velocidad, porque a esas zonas no llegan con su propia infraestructura, sino que alquilan la de Telefónica y revenden su propuesta con un ligero margen de descuento.

La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) lleva tiempo intentando remediar esta ruptura, estas dos Españas de la banda ancha. Y ahora la nueva normativa está sobre la mesa. Se llama NEBA y responde a las siglas de Nuevo servicio Ethernet de Banda Ancha. Después de más de un año de discusiones entre Telefónica y las operadoras, el proyecto ha visto la luz y ha sido aprobado en el último consejo del regulador. Pero queda un pequeño detalle: los precios no están acordados y no va a ser fácil llegar a un consenso. En cualquier caso, se espera que el sistema esté operativo a principios de 2012.

¿Qué pretende el nuevo escenario? La idea principal es independizar a los operadores alternativos que alquilan y revenden la oferta de Telefónica en las zonas donde no tienen redes propias. El sistema permitirá ahora comprar capacidad o caudal a las compañías, asegurarse un determinado nivel de calidad, y venderlo o repartirlo como deseen, sin estar sujetos a las ofertas de catálogo de Telefónica ni pagar un tanto por usuario. Por ejemplo, Jazztel decide que en una determinada población va a hacer furor un ADSL de 15,35 megas o que en una zona especial se requiere un acceso a internet con una calidad muy alta asegurada; dicho y hecho. Es como ir al mercado: se pide un tanto de caudal y un cuanto de calidad, se paga por ello (a Telefónica, por supuesto), se hacen ofertas a medida y se ponen los precios que se quieran, porque ya no hay que pagar un tanto fijo por usuario.

Por supuesto, todo dependerá del precio final que se ponga y de las condiciones específicas en la negociación con Telefónica, pero el objetivo es que llegar a las zonas menos pobladas tenga más atractivo para las operadoras. Eso redundaría en mejor servicio a los clientes que están ahí y mayor capacidad de elección.

Además, estas áreas están creciendo mucho y cada vez son más atractivas, sobre todo porque las ciudades están muy competidas y cada vez hay menos crecimiento residual en ellas.

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