
Salvat ha señalado que la convulsión general actual no es exclusiva de un sector determinado, y que Canal+ la vive como todo el mundo, pero ahora el canal analiza las cosas basándose en sus activos y teniendo en cuenta cuatro aspectos que han visto que permiten mejorar a las empresas que se fijan en ellos.
Tener un producto sencillo, que sea fácil su acceso, que esté personalizado al gusto del consumidor y que el foco se ponga en el cliente para que cuente con una experiencia positiva y repita son las claves que se pueden aplicar a cualquier empresa como Ikea, Google o Nespresso, y que según Salvat han ayudado a Canal+ a mantenerse.
Tras remarcar que hay empresas más creativas que otras que pueden capear el temporal y salir de esta situación, ha asegurado que este canal «ha salido del cascarón para remar en la misma dirección que la marea», y ha citado a Canal+ Yombi como ejemplo de futuro, «que no es otra cosa que un canal en Internet».
Miguel Salvat ha insistido en que el canal está muy vivo y adaptándose a la nueva situación, que pasa por una nueva forma de ver la televisión, «porque ahora -ha dicho- el espectador quiere ser quien decida cuándo y cómo ve un determinado programa en una pantalla, del tipo que sea, sin depender de horarios».
Ha explicado que de los 1,8 millones de abonados, 500.000 ya se han comprado un IPLUS, un descodificador con disco duro que permite descargar, grabar y almacenar toda la programación para tenerla a su disposición en cualquier momento, y verla en HD, «porque ahora el cliente y no el programador es el que manda».
En este sentido, ha asegurado que el futuro del consumo de la TV va por ahí y que todas las personas que cuentan con IPLUS ya no verán más la televisión como se concebía hasta ahora, porque han entrado en una fase nueva y son incapaces de volver atrás.
EFE