
Ambos temas están pactados. El Ejecutivo vasco espera hacer una caja importante en un momento en el que las arcas públicas están necesitadas de recursos. Los activos que venderá suponen 455 kilómetros de canalización de red troncal en las tres capitales vascas y 653 kilómetros de la red capilar en los principales municipios de Euskadi, incluidos unos 500 kilómetros de cable de fibra óptica.
Fuentes del sector aseguran que la operadora no quiere abonar más de 70 millones de euros. Esgrime para ello que paga anualmente al Gobierno vasco en torno a 3,5 millones en concepto de alquiler de la red y que se comprometió en 1997 a su mantenimiento y a invertir 360 millones de euros en cinco años con el objetivo de cubrir el 80% de la población de la comunidad autónoma vasca. Por su parte, el Gobierno vasco, que tiene valorados estos activos en 40 millones, ha solicitado más de 150 millones. La operación se puede cerrar en una cuantía cercana a los 90 millones y se financiará con la propia generación de recursos de Euskaltel
Esquema cerrado
Respecto al pago de la multa a Orange de 222 millones el esquema ya está perfilado. En principio, será Kutxabank quien lidere la operación de crédito a Euskaltel en el que está previsto que participen alguno de los socios y varias entidades financieras. Medios cercanos a la compañía aseguran que en el paquete de pago, que incluye además de la multa importes superiores a los 100 millones en concepto de intereses, se podría incluir una nueva alianza con Orange en móvil cuando concluya el contrato actual con Vodafone y que dio lugar a la multimillonaria multa.
Euskaltel cerró el pasado año con unos ingresos de 333 millones de euros y un beneficio neto de 38,4 millones, un 17,4% superior al del ejercicio precedente. La operadora global de telecomunicaciones vasca amplió su liderazgo en Euskadi en banda ancha con un total de 243.000 líneas, 390.000 en telefonía fija y 246.000 clientes en móvil.