tcmautorEl 30 de julio se cumplen cinco años de la muerte de Ingmar Bergman, uno de los directores que más y mejor contribuyó a que el cine sea algo más que un mero entretenimiento, convirtiéndolo en una poderosa herramienta para reflexionar sobre la vida y los problemas existenciales del hombre.

Con motivo de este aniversario en TCM Autor queremos recordar a este gran realizador sueco emitiendo durante el último sábado de julio y todos los de agosto un ciclo con algunas de sus películas más conocidas como Gritos y susurros, El manantial de la doncella, Fresas salvajes o Secretos de un matrimonio.

La pasión por el cine de Ingmar Bergam comenzó siendo niño cuando una Navidad sus padres le regalaron un pequeño cinematógrafo de juguete. A partir de ese día, con su hermana y otros amigos, jugó sin parar a crear y representar historias, algo que continuó haciendo prácticamente hasta su muerte.

Bergman nació en Uppsala, una ciudad universitaria al norte de Estocolmo, el 14 de julio de 1918. Era hijo de un severo pastor luterano y de una madre muy dominante. Su cine, de hecho, está profundamente influido en una infancia marcada por castigos corporales y por estrictos conceptos que le inculcaron sus padres sobre el pecado, el perdón, la confesión y la misericordia.

A los veinte años se estableció en la capital sueca. Se doctoró en Historia pero desde muy pronto se dedicó intensamente al cine y al teatro. En 1945 dirigió su primer largometraje titulado Crisis y doce años después, con El séptimo sello, se convirtió en uno de los realizadores más admirados de todo el mundo. Una de las escenas de esa película, la del caballero que vuelve de las cruzadas jugando al ajedrez con la muerte, se ha convertido no solamente en el símbolo de toda su filmografía sino en una alegoría de los propios hombres intentando entender su destino y los misterios de la muerte.

Y es que el cine de Bergman habla efectivamente de la presencia o ausencia de Dios y del sentido mismo que tiene la existencia humana pero también de la incomunicación en el seno de la pareja, algo que Bergman conocía de primera mano. Se casó 5 veces y tuvo un total de nueve hijos, uno de ellos con su actriz predilecta y uno de sus grandes amores: Liv Ullman.

Sábado 28 de julio
22:30h Fresas Salvajes
00:05h La hora del lobo

Sábado 4 de agosto
22:30h Gritos y susurros

Sábado 18 de agosto
22:30h Secretos de un matrimonio

Sábado 25 de agosto
22:30h Sonata de otoño

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