La bióloga Liz Bonnin investiga por qué algunos de los animales más extraños y sorprendentes se relacionan entre sí,… y con los seres humanos. Desde tiernos perritos, bebés tigres y osos polares que entablan amistad con perros, a búfalos estrechamente unidos con hombres y leones adultos comportándose como si fueran nuestros hermanos. La visión de estos animales que se comportan de manera que consideramos como únicamente humana es un retrato cautivador.
Seguramente, hemos visto clips de animales que muestran amistad, verdadero afecto y tal vez incluso amor, hacia especies totalmente diferentes que normalmente nunca asociaríamos juntos; sin embargo esto no son comportamientos anormales; la ciencia tiene una respuesta ante esos hechos: la oxitocina, la hormona del amor, juega un papel fundamental al unir a las parejas animales más extrañas. Como ejemplo están el burro y el pollo a los que les que encanta pasar el tiempo juntos hasta el punto de enfermar si son separados.
La necesidad biológica de la madre puede trastocar el orden natural cuando maternales leopardos acogen a babuinos bebé y ciervos que adoptan a perros como si fuesen sus propios cachorros. Asimismo, la ciencia también puede explicar por qué algunos de los animales más peligrosos pueden buscar a los seres humanos como compañeros. Si la relación se inicia en una edad muy temprana, la huella que deja puede ser muy fuerte y da pie a amistades muy inusuales, el hipopótamo Jessica es ahora parte de una familia ¡humana! Estas relaciones no sólo se dan en animales en cautiverio, también las vemos en la naturaleza: delfines que ayudan a los pescadores brasileños con sus capturas o las aves que guían a los miembros de la tribu Boran, en Kenia, a las colmenas de abejas. “¿Parejas imposibles?” cambiará nuestra forma de ver el reino animal, mostrándonos las cualidades humanas que tienen los animales más sorprendentes.
Sábado 14 a las 21.30 y 22.30h