El 15 de enero de 2009, el vuelo 1549 de US Airways perdió los dos motores después de chocar con una bandada de gansos canadienses sobre Nueva York. Lo que siguió fue una de las proezas más audaces de la historia de la aviación, cuando el piloto Chesley Sullenberg evitó la catástrofe amerizando en el río Hudson.

Una década después hay más vuelos que nunca, las poblaciones de grandes aves están aumentando, y los aviones son cada vez más silenciosos y rápidos. El desafío para evitar un incidente con aves nunca ha sido tan grande como en la actualidad. Científicos, ingenieros y ornitólogos están uniendo fuerzas para entender y mitigar los riesgos de esta creciente amenaza. ¿Podemos sentirnos seguros cuando cogemos un avión?
Lunes 20 a las 22.30h

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