Los cambiantes años 70 y 80 se vivieron con intensidad en la España del extrarradio. La ley de la calle se convirtió en la única vía de escape para una juventud que, criada en los descampados y barriadas, quedó al margen de las grandes transformaciones de un país que caminaba hacia la democracia. El retrato de esa generación perdida, absorbida por la violencia y la drogadicción, fue llevado a la gran pantalla a través del cine quinqui, estupefaciente cinematográfico de fácil adicción cuyas películas más emblemáticas se pueden ver en la colección ‘Cine Quinqui’ que FlixOlé estrena hoy, 3 de mayo.

Compuesta por 27 títulos imprescindibles del lumpen fílmico, el especial incorpora al catálogo de la plataforma nuevas películas del considerado como padre del género, José Antonio de la Loma: Perras callejeras (1985), largometraje en el que tres jóvenes no tendrán otra salida más que la delincuencia para sobrevivir; y Tres días de libertad (1995), cinta con la que el director se despidió de la profesión, y que tuvo como inspiración a un delincuente muy recurrente en su obra: Juan José Moreno Cuenca, alias ‘El Vaquilla’. El propio raterillo llegó a participar años antes en un ‘biopic’ que el realizador le dedicó: Yo, El Vaquilla (1985).

De la Loma industrializó los excesos de los bajos fondos con espectaculares escenas de acción, lo que alimentó un cine que ha mantenido su popularidad entre el público hasta la actualidad. A ello contribuyó otro de los grandes exponentes del género: Eloy de la Iglesia. Éste amplió las fronteras del movimiento hasta convertirlo en un arma política que puso negro sobre blanco el insano ambiente que respiraban las clases más desfavorecidas. De esta manera, las luchas ideológicas del director guipuzcoano quedaron plasmadas en El diputado (1978), Navajeros (1980), Colegas (1982), El Pico I y II (1983 y 1984, respectivamente) y La estanquera de Vallecas (1987), entre otros títulos.

Quinquis desde la poesía de Saura hasta los ‘canis’ de Alberto Rodríguez

Las escenas de maleantes se prolongaron hasta finales de los 80, década en la que nombres poco dados a estas películas sucumbieron a la moda quinqui. Manuel Gutiérrez Aragón se acercó al género con su transgresora Maravillas (1980), mientras que Gil Carretero hizo lo propio adentrándose en el trapicheo con Chocolate (1980), otro de los títulos que FlixOlé incorpora a su catálogo junto a la colección ‘Cine Quinqui’.

Poco después, el cineasta Carlos Saura abordaría con poesía las vidas de esos adolescentes atrapados en una espiral de decadencia en su largometraje Deprisa, deprisa (1981). Vicente Aranda le cogería gusto al género y, tras Fanny Pelopaja (1984), el realizador presentaría en las salas de cine al enemigo público número 1 durante la dictadura: Eleuterio Sánchez, más conocido como ‘El Lute’ en El Lute: camina o revienta (1987) y El Lute II: mañana seré libre (1988).

Completan la colección de FlixOlé otros iconos ochenteros como Barcelona Sur (Jordi Cadena, 1981), Coto de caza (Jorge Grau, 1983), 27 horas (Montxo Armendáriz, 1986); y homenajes y guiños más recientes como 7 Vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005), ärtico (Gabriel Velázquez, 2014) y Quinqui Stars (Juan Vicente Córdoba, 2019).

Prensa

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