El director canadiense lleva al cine su pasión por la ópera con esta película alrededor de una adaptación de «Salomé» que debe dirigir una inexperta directora escénica encarnada por Seyfried.
«Seven Veils», la última película del reconocido director canadiense Atom Egoyan («El dulce porvenir»), llega a Filmin el próximo 11 de julio. Esta cinta protagonizada por Amanda Seyfried («Mamma Mia! La película») supone el regreso del cineasta de origen armenio al mundo de la ópera, fusionando sus dos grandes pasiones: el cine y el teatro lírico. La película tuvo su estreno mundial en el Festival de Toronto y posteriormente fue seleccionada para la Berlinale, donde se presentó fuera de competición.
«Seven Veils» narra la historia de Jeanine, una joven directora de teatro, alejada de la ópera durante años, que debe remontar la producción de la ópera «Salomé», de Richard Strauss, tras la muerte de su venerado mentor Charles. En realidad, todo parece responder más a una cuestión de marketing (la antigua alumna de Charles reinterpreta una de sus producciones más aplaudidas) que a la confianza que se tiene en su capacidad y talento. La película explora la compleja relación entre la protagonista, atormentada por recuerdos oscuros y perturbadores de su pasado, y su difunto mentor, así como los paralelismos entre su historia personal y la propia ópera de Salomé.
Del Teatro al Cine: Una Obra Personal de Egoyan
«Seven Veils» no es una adaptación teatral convencional, sino que surge de la propia experiencia de Atom Egoyan como director de ópera. El cineasta dirigió por primera vez «Salomé», de Richard Strauss, en 1996 para la Canadian Opera Company, y ha remontado esta producción en múltiples ocasiones, siendo la última en 2023. Como explica el propio Egoyan: «He estado involucrado con la ópera durante varios años, haciéndolo en paralelo a mi trabajo cinematográfico. Siempre me pregunté si habría una manera de unir estos dos mundos».
La película se gestó cuando Egoyan decidió explorar qué significaría la producción de «Salomé» en la cultura contemporánea. «Cuando supe que la Canadian Opera Company iba a remontarla, pensé que sería el momento ideal para fusionar a los cantantes de ópera que sabía que habían contratado con el guión que había escrito». El director logró filmar simultáneamente su película mientras dirigía la ópera en el escenario, utilizando a los mismos cantantes tanto en la producción teatral como en el filme.