Las estrellas de mar son animales invertebrados marinos de vida libre, aunque existan algunas especies que se fijen al sustrato de los mares y océanos del mundo.
Son equinodermos de simetría radiada, es decir, que todos los órganos se distribuyen alrededor del centro. Su cuerpo aplanado forma un disco pentagonal con cinco o más brazos. Poseen un esqueleto calcáreo formado por piezas rígidas articuladas entre sí y de este esqueleto surgen gran cantidad de espinas que también pueden estar articuladas. Tienen un sistema ambulacral, como todos los equinodermos, que les sirve para la locomoción, la captura de alimentos y la respiración: toman agua del medio externo y la presión generada en el sistema interno de cavidades sirve para mover los pequeños "pies" que salen al exterior entre las placas esqueléticas.
Su sistema digestivo consta, principalmente, de una boca en posición ventral, un estómago que se puede revertir haciendo que su superficie interior pase a ser exterior y un corto intestino recto. Por lo que estos animales son capaces de digerir a sus presas por fuera ya que con sus miles de patas que terminan en ventosas sostienen la comida aferrada mientras segregan una especie de jugo gástrico que posibilita la digestión externa. Ya que las estrellas de mar son predadoras y carnívoras que comen moluscos, crustáceos y otros animales marinos del tamaño de su brazo menor.
Se reproducen liberando al mar los óvulos y los espermatozoides y de los huevos nacen pequeñas larvas que al desarrollarse adquieren la forma de individuo adulto. Pero también se pueden regenerar totalmente a partir de un solo brazo que se haya escindido.
Departamento de Prensa de Teuve