Esta superproducción se remonta a 1945, al inicio de la posguerra, para retratar uno de los episodios más oscuros de la historia suiza. Tras perder a uno de sus socios comerciales más importantes, Alemania, el país entró en una grave crisis económica que desembocó en situaciones de las que el país no debe sentirse satisfecho. Los nazis eran más bienvenidos que los supervivientes judíos, explica Volpe. Los suizos no conocen cómo fue realmente el período de la posguerra y pienso que es algo que debe ser contado porque la forma en que enfocamos el pasado determina cómo miramos el presente y como afrontamos el futuro. Basándose en personajes reales y tras haber trabajado codo con codo con historiadores en la escritura de guion, la directora retrata los dilemas a los que se enfrenta una familia de la industria textil, entre la responsabilidad civil y la ambición comercial, en un país en el que se respira un profundo antisemitismo.

“Laberinto de paz”, formada por 6 episodios de 60 minutos, recibió tres galardones en los Premios de la Televisión Suiza y una gran acogida por parte de la crítica.

1945. La guerra ha terminado y la neutral Suiza se ha salvado del conflicto. La familia de Klara mira con ilusión al futuro mientras ella cuida a los jóvenes supervivientes del Holocausto. Johann espera salvar y modernizar la empresa textil de su suegro. Y Egon, recién llegado del servicio militar, da sus primeros pasos en la oficina del Fiscal General persiguiendo a nazis fugitivos. Los tres pronto se dan cuenta de que la fachada de la paz se compra con la sangre de las víctimas de la guerra. Las ambiciones profesionales de Johann lo acercan a quienes cometieron crímenes de guerra atroces. Klara arriesga su matrimonio mientras se acerca cada vez más a uno de los supervivientes, a quienes los lugareños reciben con desconfianza. Y Egon se encuentra atrapado en un sistema que voluntariamente hace la vista gorda hacia los criminales nazis por motivos económicos.

Desde martes 30

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