Laika, una perra que malvivía en las calles de Moscú fue el primer ser vivo en ser enviado al espacio. Convertida en heroína, el relato oficial ocultó los crueles experimentos que sufrió y cómo murió desintegrada en la atmósfera terrestre. Lejos de mitificar la guerra espacial entre la URSS y EEUU, Space Dogs ofrece la versión oculta de la historia, donde cientos de animales prestaron involuntariamente sus cuerpos al servicio de la ciencia. En esta terrorífica historia, los humanos ceden el protagonismo a dos perros callejeros que malviven en la hostil Moscú actual, dos tortugas y un mono.

Situando la cámara a la altura de los ojos de los perros, seguimos sus penurias para sobrevivir, y en paralelo descubrimos con incredulidad un material de archivo inédito que muestra la atroz experimentación con animales en nombre de la ciencia y el progreso. Un homenaje a estos animales y una contundente confrontación al antropocentrismo que nos hace reflexionar sobre si el fin justifica los medios.
Desde viernes 10

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