Marcados por el crimen, aterriza el lunes 16 de mayo a las 15:00 para explorar el efecto dominó que un solo asesinato tiene en múltiples vidas. Cada episodio narra un caso de homicidio a través de tres puntos de vista distintos, pero conectados entre sí. A partir de entrevistas íntimas en primera persona, testigos, seres queridos y policías prestan su testimonio, muchos de ellos por primera vez, y reflexionan sobre cómo el pasado sigue afectando a su día a día. Sus relatos crean una conexión íntima que llega a romper la cuarta pared con el espectador.
Los casos presentan a tres personas cuyas vidas están ligadas a un terrible acontecimiento. Desde sus perspectivas sobre el mismo suceso, se desvelan diferentes detalles del crimen. La historia de los protagonistas se ilustra a través de testimonios y recreaciones cinematográficas.
La Sobremesa de crimen es una de las franjas más importantes de DKISS. En este contenedor temático, la cadena emite, de lunes a viernes, dos horas de programas de investigación y recreación de asesinatos. En el mes de abril, la cuota de pantalla crecía en este espacio un 19% respecto al mismo mes del año anterior gracias a títulos como Crimen en cámara o Temerás a tu vecino.
Vidas unidas por un crimen
Marcados por el crimen narra historias impactantes que, a priori, no están relacionadas. El primer episodio conecta las vidas de Lee Merrill, detective que persigue al asesino más sádico de su carrera después de hacer un atroz descubrimiento en las aguas de un pantano infestado de caimanes; Brook Weber, que despierta dentro de un baúl de metal e intenta escapar desesperadamente del criminal que la ha atrapado y, Paskiel Wolfe, al que le llega la noticia de que el cuerpo de su hijo ha sido encontrado desmembrado y su dolor pronto se convierte en pensamientos de venganza.
Otro de los sucesos de la serie es el que ocurrió el ocurrió el 8 de diciembre de 2004 en Columbus. En el club de Rick Cautela, un asaltante abrió fuego durante un concierto de heavy metal. Cuando el oficial de policía James Niggemeyer llegó al establecimiento, unos asistentes le comunican que el agresor había tomado rehenes y no duda en coger su escopeta para defenderles. Horas más tarde, Margaret Carvour recibe una llamada telefónica de las autoridades. Su hijo Eric estaba trabajando en el equipo de seguridad del concierto.
Lunes 16 a las 15.00h
