Pornhub, la plataforma de entretenimiento para adultos más famosa de internet, ha cambiado por completo el modo de crear y distribuir la pornografía. Así, los creadores de contenido erótico pudieron llegar a un público amplísimo mientras la compañía se hacía multimillonaria. Sin embargo, también la acusaron de fomentar el tráfico sexual y de albergar material no consentido en su sitio web.

Mientras las organizaciones que luchan contra el tráfico sexual buscan justicia para las víctimas, ¿podrá proteger este gigante de internet a quienes le procuran beneficios o se trata de una nueva oleada de censura contra los actores adultos que hacen porno consentido?
Desde miércoles 15

En este artículo

Iniciar conversación

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.