La 2‘La noche temática’ muestra hasta dónde llegan las rivalidades por algunas de las materias primas más demandadas. Las grandes potencias dependen de la fabricación de chips, esenciales para los productos cotidianos, y su escasez está alimentando las tensiones. El cobalto es indispensable para las baterías de los coches eléctricos. Su extracción en la República Democrática del Congo genera consecuencias inhumanas.

‘La guerra de los chips’ 

Los chips alimentan las últimas tecnologías. Su demanda ha ido en aumento, pero los lugares donde se fabrican son muy escasos. Solo unos pocos países tienen el conocimiento especializado y la capacidad para producir chips de última generación. El 63 % se hace en Taiwán. Conscientes de su dependencia del exterior, Estados Unidos y Europa han lanzado a una carrera contrarreloj para producir sus propios chips y controlar una parte de la industria mundial.

La empresa TSMC ha construido un imperio de gigantescas fábricas en Taiwán y ahora tiene el poder de paralizar el mundo. Sus fábricas son impenetrables. La comunicación de la empresa es estricta: nada de entrevistas con empleados ni imágenes del interior.

En Asia, Europa y Estados Unidos, la guerra de los chips no ha hecho más que empezar. Porque los microprocesadores son ahora la principal materia prima de nuestras vidas conectadas.

‘La batalla por el cobalto’

Para emitir menos CO2, se aboga por un cambio a los coches eléctricos. Sus baterías necesitan cobalto y el Congo es el lugar de donde se extrae la mayoría de este metal. Se las 19 minas industriales de cobre y cobalto, quince son propiedad de empresas chinas. Comparten este maná con el gigante suizo Glencore, que posee dos de las minas más productivas del mundo, y con la compañía Eurasian Resources Group.

El cobalto puede llegar a costar más de 70.000 dólares la tonelada, y ha despertado el apetito de las empresas mineras desde la explosión del mercado de las baterías. No cesan de perforar la tierra, para disgusto de sus habitantes, que en su mayoría vive con menos de dos dólares al día.

Europa solo representa el 3% de la producción mundial de baterías. Para frenar su retraso, prevé construir una treintena de fábricas gigantes de aquí a 2035 y producir el 25% de la oferta mundial.

Sábado 18 a las 23.50h

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