Hay decisiones que tomar, desafíos que superar, peligros que tener en cuenta y, como siempre en la vida (y en Black Mirror), consecuencias de tus actos y decisiones. Elegir el camino acertado podría llevar a un gran triunfo, pero equivocarse podría acabar en desastre. Pero ¿quién tiene el poder de decidir lo que es correcto o incorrecto? No debes temer ya que una vez termine la experiencia podrás, y deberás, volver atrás y escoger un nuevo camino, cambiar el desarrollo de tu historia y quizás conseguir cambiar el final.

Este capítulo especial de Black Mirror interactivo será diferente a cualquier otra experiencia que vivas en Netflix.

Bandersnatch se desarrolla a principios de los años ochenta. El protagonista es un joven que trata de programar un videojuego durante la explosión de los ordenadores personales. A los pocos minutos, el espectador se encontrará una pregunta intrascendente en la pantalla (elegir una marca de cereales para desayunar) para que vea cómo funciona la interacción con su mando a distancia. Según avanza la historia, cada tres o cinco minutos tendrá que ir eligiendo opciones, no tan amables. Un buen capítulo de Black Mirror busca perturbar al espectador. Bandersnatch busca que la perversión de la historia surja del propio espectador. Lo lleva “al siguiente nivel”, en palabras de Todd Yellin, jefe de Producto de Netflix, “más intenso”. “Vamos a hacerte sentir responsable de lo que pasa”.

Prensa

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