‘Ingeniería Abandonada’ continua su viaje en busca de las estructuras, las poblaciones y las obras arquitectónicas más impactantes del mundo que han caído en desuso o que han sido abandonadas años o décadas atrás. En una nueva entrega del programa de DMAX, que se emitirá el próximo viernes 1 de febrero a las 18:40 horas, el formato recala en Belchite (Zaragoza) para conocer la historia de este pueblo que vio cercenado su futuro como consecuencia de una de las batallas más conocidas de la Guerra Civil. Un pueblo que jamás fue reconstruido y que, a día de hoy, aún mantiene intacta su grandilocuente arquitectura a pesar de la erosión que provocó la guerra en 1937 y de los estragos que ha causado posteriormente el paso del tiempo.

El programa llegará a Belchite para abordar ampliamente los motivos por los que fue abandonado y las razones que explican que a escasos metros se encuentre un pueblo de posterior creación conocido como Belchite Nuevo. El grupo de expertos, ingenieros e historiares que componen el equipo de ‘Ingeniería Abandonada’ expondrán a la audiencia de DMAX todos los entresijos que se encuentran detrás de un pueblo que ha terminado convertido en un lugar fantasma.

Belchite se convirtió durante la contienda en el centro de una de las batallas más recordadas entre el bando franquista y el republicano. Asediado en verano 1937 por los republicanos y sus aliados y albergando entre su población a numerosos combatientes franquistas, las ofensivas entre ambas partes terminaron cercando a los habitantes de Belchite que durante el conflicto se mantuvieron en los sótanos sin comida y sin agua. Una situación que acabó en tragedia tras la finalización de la batalla y que dejó tras de sí cerca de 3.000 muertos y un pueblo absolutamente derruido y marcado para siempre por la Guerra Civil en España. De hecho, los restos de este enfrentamiento aún se conservan en la actualidad tal y como relata el guía turístico de la zona, Juan Simón, durante esta entrega de ‘Ingeniería abandonada’. Los estragos de las bombas en sus maltrechas calles o alguna bala que aún está incrustada en un punto neurálgico del pueblo, la iglesia de San Martín de Tours, son sólo algunos ejemplos de la trágica historia de Belchite.

Según apunta Simón, “era muy importante derribar esta iglesia, porque había ametralladoras en la torre con línea de fuego a todos los alrededores. En ella se puede ver aún la brecha que abrió la artillería para permitir que las tropas republicanas del Batallón Abraham Lincoln entrasen al pueblo”. Sin embargo, Pedro Simón recuerda “era imposible entrar en la ciudad con un tanque o cualquier otro vehículo ya que todo estaba lleno de escombros tras los bombardeos. La toma de Belchite fue calle por calle”.

No obstante, la toma de Belchite por parte de los republicanos solo duró unos meses. la Tras la victoria franquista en la Guerra Civil, el General Francisco Franco tomó el mando y decidió no reconstruir Belchite al valorar que sería mejor la construcción de un nuevo pueblo. Franco quería mantener los restos del antiguo Belchite como un símbolo propagandístico de la siniestra acción de los republicanos durante la contienda. Y así se mantiene hasta hoy, como un pueblo fantasma que sigue escondiendo entre sus restos una inusual y particular belleza arquitectónica y que llaman la atención de historiadores, expertos y programas de televisión de todo el mundo.
Viernes 1 a las 18.40h

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